Aquí van tres datos básicos para el control de peso que rompen con los mitos más comunes del mundo de la nutrición deportiva.
1.- No elimines los carbohidratos
Deben estar presentes en todas las comidas, incluso en la
cena, especialmente si el entrenamiento es al final de la tarde o a primera
hora de la mañana. Si después del entrenamiento se consumen solo proteínas, se
recupera parte de la estructura pero no se repone el contenido, y poco a poco
irá disminuyendo el rendimiento y con él las calorías quemadas y grasa perdida.
Apóyate en frutas y vegetales a lo largo
del día para lograr un aporte correcto con menos calorías.
2.- Nunca entrenes en ayunas
Se consumirá parte de tu estructura muscular para producir
energía, en lugar de quemarse las reservas grasas almacenadas. Toma un pequeño
bocado antes de ir a correr a base de carbohidratos de rápida absorción como
una galleta o una rebanada de pan tostado con mermelada de frutas.
3.- No te excedas en proteínas
Comer más proteínas se traduce en comer más calorías. Una
forma práctica para calcular la ración que debes servir en cada plato de comida
es lo equivalente al volumen de tu puño en carbohidratos (arroz, papa o pasta),
a la palma de la mano abierta en proteínas (carnes) y dos puños de vegetales
cocidos o en ensaladas.